Estados Unidos /Ya no se trata sólo de Juan Luis Guerra y Jaci Velásquez, los más conocidos intérpretes de música cristiana en español, sino que en el 2008 se les sumaron otra larga lista de artistas que cultivan el género, como es el caso del popular merenguero dominicano Kinito Méndez.
En su más reciente producción discográfica, Kinito incluyó un tema de corte cristiano titulado Alábalo, refiriéndose al Señor, el que rápidamente saltó a los primeros lugares de popularidad tanto en su República Dominicana natal como en el extranjero, donde goza de amplia popularidad desde que saltó a la fama primero como miembro de la Coco Band y luego con su propia orquesta,
Rokabanda.
El avance que ha tenido la música cristiana, que años atrás se limitaba a cantarse en los templos, quedó demostrado con creces en mayo, cuando se celebró en Miami la Conferencia Expolit. Las instalaciones del hotel Sheraton Mart se hicieron pequeñas para albergar a todas las compañías disqueras y editoriales que se dieron cita durante una semana para mostrar sus productos.
''Durante la conferencia cristiana, probablemente la más relevante de Iberoamérica, se llevaron a cabo más de 90 seminarios y talleres'', dijo en esa ocasión a El Nuevo Herald la directora y vicepresidenta del evento anual, Marie Tamayo. ``Tuvimos un piso de exhibiciones inmenso, con más de 500 exhibitores de productos cristianos como libros, artículos de regalo y música, con nueve conciertos de excelente calidad, incluso uno de Jaci Velásquez''.
''La música cristiana tiene un mensaje que transforma vidas'', dijo Tamayo. ``Estamos en una sociedad que está en crisis y que está buscando respuestas. Tanto la música cristiana como los libros cristianos ya los encuentras en las tiendas por departamentos, en las grandes cadenas, en los aeropuertos, en las farmacias, en todas partes, ¿por qué? Porque es realmente un mensaje transformador e inspirador y puede hacer la diferencia en tu hogar''.
En la parte artística de la conferencia se presentó la ecuatoriana Paulina Aguirre, graduada de la Universidad Berklee de la Música, de Boston, para interpretar temas de su CD titulado Mujer de fe, el que fue nominado el año pasado al Grammy Latino.
El galardón se lo llevó este año, en Houston, Texas, la brasileña Soraya Moraes con su disco Tengo sed de ti, con el que superó al favorito de los cronistas, el veterano Marcos Witt, triunfador en el 2007 con Alegría, y su Sinfonía del alma, y al pastor Jesús Adrián Romero, con Ayer te vi... fue más claro que la luna.
Curiosamente, Moraes, que ya había ganado en el 2005 con Deixa o teu río me levar, se llevó también el Grammy Latino de Música Cristiana en Portugués con su producción Som da chuva, donde compitió con la otra favorita del género, su compatriota Aline Barros.
Aunque Witt na
ció hace 46 años en San Antonio, Texas, acostumbra decir que se considera mexicano, pues fue en el vecino país donde creció, porque sus padres, que eran pastores, lo llevaron de pequeño a vivir allí.
''Sí, nací en San Antonio'', dijo en entrevista con El Nuevo Herald. ``Mis padres, que eran misioneros, me llevaron de pequeño a México, donde crecí y descubrí mi amor por Dios y por la música muy temprano. Escribí mi primera canción cuando tenía apenas 14 años''.
El mexicano Romero Ibarra, que aunque se fue con las manos vacías de la ceremonia del Grammy Latino de Houston, es uno de los nombres más famosos de la música cristiana en español. Nacido en Hermosillo, cursó estudios bíblicos y fue pastor durante nueve años antes de dedicarse a propagar la fe mediante la música.
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